Ahora que han marcado una época en la NFL, los Patriots tendrán que lidiar con la partida de dos figuras claves de su cuerpo técnico. Pero en Nueva Inglaterra nadie suena las alarmas.
 
La razón es muy sencilla. La base del equipo que guió a los Patriots a su tercer conquista en el Super Bowl en cuatro años seguirá intacta por buen tiempo.
 
Curiosamente, las bajas más notables que sufrirán los Patriots no serán de jugadores, sino de asistentes. El coordinador ofensivo Charlie Weis se marcha para dirigir a la universidad de Notre Dame, mientras que el encargado de la defensa Romeo Crennel aceptó una oferta y conducirá a los Browns de Cleveland.
 
La partida de Crennel era algo ya previsto y la de Weis había sido anunciada hace más de un mes. En los instantes finales de la victoria 24-21 sobre los Eagles de Filadelfia, el técnico Bill Bill Belichick abrazó a sus dos principales colaboradores en un gesto de aprecio.
 
Ambos serán muy difícil de relevar.
 
Romeo y Charlie hicieron un trabajo estupendo. Gran parte del éxito que hemos tenido se lo debemos a ellos, dijo Belichick el lunes. Han trabajado conmigo por mucho tiempo...y los voy a echar de menos.
 
Y los Patriots también.
 
La próxima temporada, Nueva Inglaterra buscará convertirse en el primer equipo en la historia de la NFL que gana tres Super Bowls seguidos y el primero que lo hace cuatro veces en cinco campañas.
 
San Francisco es probablemente el equipo que más cerca estuvo de la gesta de tres títulos en fila, al perder la final de la Conferencia Nacional en 1990 ante los Giants de Nueva York por culpa de un gol de campo en las postrimerías.
 
Ese equipo de Nueva York, que salió campeón al vencer a Buffalo en el Super Bowl, tenía como entrenador a Bill Parcells, rodeado por un grupo de colaboradores que incluía a Belichick, Crennel y Weis.
 
La primera misión de Belichick con miras a la próxima temporada será encontrarle sucesores de Crennel y Weis, aunque antes se tomará algunos días de descanso.
 
Pero el núcleo del equipo no variaría mucho. Se podría prescindir de algunas figuras, como el linebacker Willie McGinest y el safety Rodney Harrison, si el equipo decide apostar por jugadores más jóvenes.
 
Harrison, que interceptó dos pases el domingo, cumplirá 33 años en diciembre próximo, y McGinest los 34 ese mismo mes.
 
El Patriot que seguramente no volverá es el cornerback Ty Law, que se perdió la segunda mitad por una fractura en el pie. Law, además se vio involucrado en un diferendo contractual con los directivos durante la pretemporada.
 
Si bien Belichick indicó que el equipo se propone renegociar durante las próximas semanas varios contratos con el fin de no rebasar el tope salarial, Law no estaría entre esos. Con el novato Randall Gay y Asante Samuel como cornerbacks, los Patriots no sintieron la ausencia de Law.
 
Ese es el secreto de los Patriots: siempre encuentran alguien capaz de tomar la posta.
 
Deion Branch, quien empató el récord de pases atrapados en el Super Bowl con 11, fue galardonado como el jugador más valioso del Super Bowl, pero varios Patriots hicieron méritos para obtenerlo, como Harrison el linebacker Tedy Bruschi y Mike Vrabel.
 
Y, por su puesto, el mariscal de campo, Tom Brady, el más valioso de las dos conquistas previas y que fue el mismo de siempre ante los Eagles.
 
 Todos damos el ciento por ciento en cada partido, declaró Branch. Es algo que lo ves de arriba a abajo.
 
Belichick, por su parte, no le presta mucha atención a la frase dinastía, que ahora acompaña a sus Patriots.
 
Cada temporada es diferente, dijo. Empezamos en el fondo con los otros 31 equipos.

Esa filosofía es la que mantiene a los Patriots mayormente en la cima.