Antonio Valencia, regreso con mucho ruido pero poco fútbol

Estuvo 10 años en el Manchester United, donde ganó títulos y prestigio. Pero en su retorno a Ecuador no rindió. Por edad, el declive empezó a anunciarse.

14 de julio, 2020 - 06h00

Antonio Valencia tuvo esporádicos chispazos de calidad en Liga, club con el que se le escapó un título nacional en el 2019. **Foto: redaccion**

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Los números, fríos e irrebatibles, castigan desde hace 18 meses a Antonio Valencia (35 años, en agosto). Le vienen jugando en contra. El conteo de cifras negativas arrancó en su último semestre en Manchester United –de donde salió en silencio– y se incrementó durante su discreto paso de 371 días por Liga (Q), club en el que se enroló en un publicitado retorno a Ecuador.

Como azucena dejó marcas distintas a las de su gran etapa con los Diablos Rojos (10 temporadas, 9 títulos –2 de Premier League y uno de Europa League–, una final de Champions League), a los que capitaneó largo tiempo... hasta que perdió la titularidad.

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En su reaparición en los campos de fútbol del país los guarismos no favorecieron a Valencia con goles –uno en 32 partidos–. Tampoco en la concurrencia de público a los estadios, como calcularon los dirigentes universitarios al repatriarlo. El alboroto de los hinchas de Liga fue solo en redes sociales.

No tuvo correspondencia con su presencia en los graderíos del escenario albo. “Apenas 8774 aficionados se congregaron en la Casa Blanca para la presentación y debut del Toño, quien llegó al plantel como el gran fichaje de la temporada. El estadio de la ‘U’ tiene capacidad para 41 575 espectadores y lució con las gradas vacías en varias zonas. La recaudación fue de $18 689”, informó diario El Comercio sobre el estreno de Valencia con la camiseta blanca en un duelo de la LigaPro, el 19 de julio del 2019, contra el América de Quito.

“Liga de Quito anhelaba que el fichaje de Valencia sea un gancho para que la hinchada asista de manera masiva al estadio”, agregó el rotativo. Aquello no ocurrió en la capital ni en ninguna otra cancha del país porque Toño no fue lo que se denomina, en términos futboleros, un ‘imán de taquilla’.

Un mes antes, en la Copa América, los números, despiadados, dejaron en evidencia el estado físico del amazónico. No en la cancha, sino en la báscula. Con notorios kilos de más fue un miembro intrascendente de la Tri, que naufragó con vergüenza en Brasil.

Valencia dijo, antes del viaje al torneo, que ganar la Copa América sí era posible para Ecuador. Y a los incrédulos, que calificaron de exagerado su sueño, les espetó: “Si no (lo creyera), nos vamos cada uno de vacaciones a la playa a tomar cerveza y ya está”. Y la mención de esa bebida alcohólica recuerda otro número. Uno que marcó malamente a Valencia en su vuelta a su tierra natal: el ignominioso 17, el del piso del hotel brasileño donde se concentró la Selección.

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Estadísticas pobres malograron el regreso de Valencia. Y aunque un sector del periodismo busque excusas para justificar su insustancial papel en Liga y en la Tri –“está presionado”, “no se siente valorado”, “ya casi estaba en su nivel y llegó la pandemia”, dicen–, y varios futbolistas y exjugadores asuman su defensa sin esgrimir argumentos sobre el presente deportivo del volante –“criticarlo es una afrenta al país”, fue el reclamo desproporcionado de un excompañero–, la realidad es que Toño no respondió a las expectativas. Lo ratifican las cifras.

El declive lo acompañaba ya en Europa. Entre enero y mayo del 2019 jugó solo 16 minutos en el United. En Liga obtuvo dos coronas de escaso lustre: la Copa Ecuador y la Supercopa. Fue un retorno opuesto al triunfal de Alberto Spencer, con quien lo comparan.

‘Extranjero en mi propio país’

En agosto pasado, tras ser expulsado frente a Barcelona, dijo: “Me siento extranjero en mi propio país”. Menos de un mes después, ante Aucas, lo echaron por segunda vez. En la final de vuelta de la LigaPro 2019 erró su penal en la tanda contra Delfín (campeón).