En medio de frutas y cubierta de un polvo dorado, similar al oro, una mujer herida descansa tras un accidente de tránsito. Se trata de una de las escenas más poéticas de la película Frida (2002) protagonizada por Salma Hayek bajo la dirección de Julie Taymor.
Esta pieza junto a Frida, naturaleza viva (1983) son las películas que reseñan la vida de una de las artistas más legendarias de México. Sumándose de esta forma a los diversos productos hechos a base de su imagen.
La pintora Frida Kahlo nació el 6 de julio de 1907 en Coyoacán, un barrio antiguo de México, donde también está ubicada la llamada Casa Azul, lugar donde vivió por muchos años hasta su muerte y que desde 1958 es uno de los museos más concurridos del país.
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En esta casona se encuentran algunas de las obras más importantes de la artista, entre esas Viva la Vida (1954), Frida y la cesárea (1931), y Retrato de mi padre Wilhem Kahlo (1952).
Desde la literatura los homenajes también se han hecho presente, varios son los textos que recogen fotografías, cartas, y anécdotas de su vida. Entre los libros se encuentra Frida: El pincel de la angustia de Martha Zamora, Frida Kahlo: Sus fotos por Pablo Ortiz, y Nunca te olvidaré escrito por Salomón Grimberg. Los libros con ilustraciones también forman parte como Frida Kahlo. Una biografía realizado por María Hesse.
En tanto, las cejas gruesas y trenzas de flores de la mexicana se han convertido en inspiración para la moda. La marca de zapatos Converse en el 2008 lanzó una colección con tres diseños distintos, mientras que Zara la retrató en una playera y Carolina Herrera diseñó vestidos a manera de homenaje a la artista.
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Kahlo partió hace 65 años, pero su memoria está cada vez más latente, tal como lo dijo alguna vez: “Vivir es el objetivo fundamental de mi vida”, una frase recogida en el libro Los amantes de Coyoacán de Gérard de Cortanze, otras de las obras inspiradas en la pintora y sus amores secretos. (I)
