La ansiedad en los niños consiste en la aparición de una intensa sensación de malestar sin un motivo que lo justifique, acompañada de temores y pensamientos repetitivos. Las respuestas de ansiedad incluyen tanto síntomas cognitivos (referentes al pensamiento) como síntomas somáticos (referentes al cuerpo), los cuales expresan una sobreactivación de su sistema nervioso.
Los niños más pequeños suelen presentar comportamientos muy ruidosos, actividad excesiva, llamada de atención, dificultades en los momentos de separación y alteraciones en el sueño.
En estos casos, muchas veces una mala evaluación de los síntomas de ansiedad puede llevar a diagnósticos inadecuados como el trastorno de déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH) o a trastornos en el aprendizaje.
Por su parte, los niños más grandes, los preadolescentes, poseen una mayor capacidad para describir sus vivencias y suelen experimentar ciertos síntomas como el miedo, el nerviosismo, la tensión o la rabia, así como manifestar ciertos comportamientos inadecuados.

Asegúrese de que los niños sepan que hay muchos rumores rondando. Explíqueles lo que necesitan saber. Por ejemplo, puede que necesiten saber más sobre cómo mantener una higiene adecuada que sobre cómo se propaga el virus".

¿Qué hacer?
Valide sus emociones:
-Escuche con empatía sus miedos, dudas y dé alternativas.
-Mantenga a raya la ansiedad: Enséñeles que vivimos una situación inusual que nos pone preocupados, pero no podemos permitir que llene todo el espacio familiar, escoja momentos precisos para tocar el tema.
-Dé el ejemplo: Los niños se dan cuenta de cómo responden sus padres frente a esta situación. Si actúan racionalmente y con calma puede disminuir la ansiedad. Aunque no estén tranquilos, intenten actuar de esa manera.
-Diferencie lo real de lo imaginario: Ayude a los niños a diferenciar lo que está sucediendo en este momento de lo que les preocupa que pueda suceder. Hágales saber que sus padres estarán siempre para ayudarlos.
-Proporcione información honesta y precisa: Asegúrese de que los niños sepan que hay muchos rumores rondando. Explíqueles lo que necesitan saber. Por ejemplo, puede que necesiten saber más sobre cómo mantener una higiene adecuada que sobre cómo se propaga el virus. El aseo personal es algo que pueden controlar.
-Mejore la respuesta afectiva del niño al colaborar con él en mejorar su autoestima y confianza en sí mismo. (O)