La visión de Kenzo con sus modelos luciendo una reinterpretación del traje de apicultor dejó en claro el contexto en que se desarrolló la última Semana de la Moda de París, estamos a la mitad de una pandemia mundial. Así la pasarela de la marca que acaba de perder a su fundador, Kenzo Takada, se definió como “un eco a la fragilidad y a la distancia impuesta y necesaria actual”.
Pero ese distanciamiento no impidió que, por ejemplo, Balmain celebre a lo grande su aniversario 75 con invitados que se presentaron de forma virtual. Balmain es una de las contadas casas que en vez de una presentación digital optó por ofrecer una pasarela real, junto con otros grandes como Dior y Chanel. Lo hizo de noche y al aire libre en el lujoso Jardín de Plantas de París.
Su colección Primavera/Verano fue menos sensual de lo habitual, al no abundar ni en botas altas ni minifaldas. Al contrario, la prenda clave fueron las mallas ciclistas, que se combinan con americanas de hombreras puntiagudas. Dominan el gris salpicado de colores flúor y los jeans recortados a la altura de la rodilla.
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En el primer gran desfile de la era COVID-19 en París, Dior también tomó nota de los cambios radicales que vive la sociedad y presentó una línea femenina resueltamente fluida, transformando inclusive su icónica chaqueta bar para que la mujer se sienta ahora “como en casa”.
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“Hoy la gente guarda una relación diferente con el cuerpo, quiere protegerse, es algo que no habíamos tenido en cuenta hasta ahora. También el estilo de vida es diferente, más privado”, reflexionó María Grazia Chiuri, su directora artística. Esa flexibilidad marcó la tónica de su colección: la prenda no fija la forma, sino que más bien envuelve el cuerpo con fluidez.
En contraste, el sábado 3 de octubre, la firma de lujo Hermès celebró lo que definió como un encuentro con la sensualidad en una colección femenina que propuso “reinventar la libertad”, con espaldas al desnudo y camisetas bandeau como prenda indispensable para los conjuntos de chaqueta con short o pantalón.
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Las notas festivas se acentuaron en Isabel Marant y en la energía sensual de la lencería de Etam. La casa Chanel cerró con un desfile con público reducido, aunque también Louis Vuitton y Miu Miu se guardaron hasta el final para despedir esta particular Semana de la Moda.
