Iniciamos un nuevo año y con este se renueva la ilusión de convertirlo en un periodo de oportunidades, alternativas, progreso y felicidad. Aunque, siendo sinceros, en esta ocasión también lo acompaña la sensación de prisa por abandonar 2020. Pero más allá de lo complejo del año que acaba, este sin duda nos llevó a buscar la mejor versión de cada uno, pues la dificultad muchas veces sirvió para evidenciar capacidades que no pensábamos tener.

Pero dejemos atrás el 2020, la pregunta ahora es ¿qué debemos hacer en 2021? Con muchos aspectos que aún no tienen una clara solución, este todavía será un año de incertidumbre. Por eso, si queremos convertirlo en un año de oportunidades, debemos prepararnos para concretarlas estructurándonos interior y exteriormente. Para eso, como personas y líderes, debemos considerar el fortalecimiento en estos tres ámbitos:

Que este año que se inicia nos permita concretar las oportunidades, conquistar nuevos desafíos, y así potenciar el bienestar de nuestras comunidades. ¡Que tengan un muy feliz año nuevo! (O)