Al menos tres variantes del SARS-CoV-2 mantienen la atención de varios países debido a su mayor transmisibilidad. Sin embargo, en una se han centrado las investigaciones al ser la primera reportada con esta característica.

Se trata de la variante VUI – 202012/01 que se notificó a mediados de diciembre en Reino Unido y ya se han confirmado casos en casi 50 países. Uno de ellos fue Ecuador.

Una de las características de esta variante es que tendría una mayor transmisibilidad al virus original de Wuhan, pero no se ha evidenciado una mayor letalidad ni incremento de sintomatología. Esto se debería por una mutación en la proteína que se adhiere a las células humanas, así como debilita la capacidad neutralizante del cuerpo.

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De acuerdo a especialistas, la variante se ha propagado con mayor facilidad porque genera una mayor carga viral en la nariz y la garganta en comparación con los infectados con versiones anteriores.

Michael Kidd, virólogo clínico de Salud Pública de Inglaterra, dijo que incluso el rango de contagio sería hasta 10.000 veces mayor. Esto sucede porque, a mayor cantidad de virus en nariz y garganta, las personas infectadas tienen más posibilidad de contagiar cuando hablan, respiran, tosen o estornudan.

Además se pensaba que las reinfecciones con las nuevas mutaciones no iban a darse, sin embargo, ya se ha registrado un caso en Brasil donde una persona se reinfectó, pero esta vez con una mutación de Sudáfrica, una de las tres que presentaría mayor transmisibilidad, aunque de esta aún se investiga más de esta.

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Los especialistas han recordado que la forma de transmisión no ha cambiado, pese a las mutaciones normales de un virus y que para disminuir las posibilidades de diseminación es importante mantener las medidas de bioseguridad como el uso de mascarillas, distancia física, lavado de manos, entre otros. (I)