A Nancy Salcedo la visitan cada semana cerca de seis proveedores en su bazar Voluntad de Dios, en la cooperativa Unión de Bananeros, al sur de Guayaquil. Le ofrecen diez fundas medianas de chifles a $ 2 o le cobran ocho productos y le obsequian dos más.

También les dejan tortillitas de queso, paletas de chocolate y leche, e incluso un panadero le oferta diez galletas grandes de colores y cinco le regala para que tenga ganancia.

De esta manera Nancy de a poco ha surtido su pequeño bazar sin la necesidad de salir cada semana a comprar más productos.

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“Los que más vendo son los baratos de $ 0,10, $ 0,15”, dice y agrega que los proveedores le dan la opción de cancelar después de una semana de recibido el producto.

A través de este mecanismo Nancy ha generado ingresos para solventar sus gastos diarios en alimentación y cuidado de su nieto.

Mónica Orellana también es ama de casa, pero no tiene un local propio. La crisis económica la empujó a buscar proveedores de pantalones.

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Su margen de ganancia es entre $ 6 y $ 9 por cada prenda. Aunque vive en Milagro, su venta se ha extendido a Guayaquil y Durán por las publicaciones en redes sociales.

“Este emprendimiento empieza desde la pandemia, vi una oportunidad por medio de las redes sociales y empezó mi travesía haciendo entregas a domicilio. Las personas observaron que los precios son accesibles y de muy buena calidad y me recomiendan a más personas”, relata.

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Pero, Tito Proaño, de 48 años, jamás imaginó que se dedicaría a la venta de productos varios. Él trabajó en una agencia de viajes hasta abril pasado cuando fue despedido y ante la desesperación de buscar ingresos para pagar la cuota de su casa y carro acudió a la proveedora Gigio Puff, en Guayaquil.

“Nunca me había dedicado a este tipo de cosas, he sido temeroso en el tema de ventas, pero la situación era caótica. Afortunadamente la variedad de artículos me ayudó”, cuenta.

Proaño empezó vendiendo mascarillas informales y corporativas y ahora su catálogo es extenso desde mochilas hasta mandiles.

“Yo siempre digo que las necesidades obligan a que uno se motive y generar dinero y salir adelante. A mi edad tocar puertas es complicado. Creo que el éxito está en diversificar, es decir, productos que van de acuerdo a las necesidades del momento”, menciona.

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Tanto Nancy como Mónica y Tito se mantienen con un promedio de ingresos desde la venta de productos entregados por proveedores pequeños, medianos y grandes.

Tito lo hace desde Carlos Zambrano, propietario de Gigio Puff, empresa mediana que le provee un catálogo de sus productos como cortinas de baños, bolsos, gorras, entre otros.

Entrega los elementos con un amplio margen de descuento, que en ciertos casos puede llegar al doble, sin exceder los valores en el mercado. Por ejemplo, hay productos que los oferta en $ 10 o hasta en menos y el emprendedor coloca el precio al cliente final.

Carlos se ve reflejado en los emprendedores, pues señala que él también empezó desde abajo. Recuerda cuando vendía los productos en los semáforos junto a su hermana y dice que en esta crisis es difícil no darle oportunidad a quienes buscan ingresos.

Afirma que muchas personas han llegado a la fábrica para convertirse en vendedores, sobre todo quienes están desempleados. Realiza un análisis a su hoja de vida y los capacita. La entrega del producto es cuando la venta está asegurada.

En Incopel ocurre algo distinto, dice su propietaria Lourdes Espinoza. Ella vende rollos de papel para máquinas de facturación y parte de su mercado son las personas que arreglan estos aparatos. “Las personas que arreglan estas máquinas, las impresoras van comprando rollos para ellos ofrecerles a los clientes que piden esos arreglos”, menciona y añade que adquieren desde 10, 25 y 50 rollos.

También sus clientes son las farmacias y despensas de barrio que tienen el sistema de facturación.

Mientras que la empresa Casa Guzmán, dedicada a la importación, comercialización e instalación de productos de acabados de construcción, ya no reciben jóvenes. Ahora son personas entre 30 y 45 años que buscan a esta compañía proveedora.

Ricardo Guzmán, propietario de Casa Guzmán, dice que la mayoría son hombres desempleados o mujeres con niños desesperados por ingresos.

Este grupo de personas pertenecen al grupo emprendedor o proyectista, que representan el 40% de su nómina exterior; el otro 40% son distribuidores y el 20% restante son emprendedores de oficina. Todos llevan un descuento para obtener ganancia y la cifra para el cliente final es la misma. También son capacitados.

Según Guzmán, el impacto económico generó que tanto distribuidores como quienes buscan ingresos estén a la par en la empresa.

¿Qué se debe tener en cuenta al momento de buscar proveedores?

El especialista en Finanzas Guillermo Granja indica que la crisis ha hecho que las personas busquen soluciones creativas para generar ingresos y una de ellas es el comercio mediante proveedores. Pero, en este camino recomienda ocho aspectos.

1. Lo barato sale caro: Con el ánimo de tener una ganancia significativa se busca que el precio de compra sea el más barato, sacrificando calidad, cuando deberían ir de la mano: calidad-precio=clientes satisfechos.

2. Búsquedas en páginas confiables del proveedor como el Servicio de Rentas Internas, cuya información sobre pago de impuesto a la renta, salida de divisas son indicadores de confiabilidad del manejo tributario del proveedor, si no está al día en sus obligaciones esto repercute en el negocio que estamos entablando.

3. Llenar un formulario básico de calificación de proveedor, principalmente con las empresas con quienes hace negocios para llamar y preguntar la seriedad en los despachos. Aspectos relacionados con los tiempos de entrega, devoluciones, garantías.

4. Secuencia de facturas electrónicas o digitales que indica la antigüedad y la formalidad del proveedor. Mientras más facturas ha ido solicitando para la emisión de los comprobantes de venta significa que su volumen de negocio se ha ido incrementando

5. Referencias bancarias. Es importante la numeración de cheques porque aunque existe las transferencias bancarias las empresas aún recurren a este medio de pago para un mejor control de sus finanzas.

6. No caer en las tentaciones de las relaciones comerciales por parte de los que hacen la función de compras que a cambio de una comisión o regalo favorezcan a un proveedor determinado.

7. Usar las redes sociales para indagar el entorno del proveedor y su red de amigos podrían ser un indicador porque por ejemplo si vemos nexos con personas de reputación no muy buena, nos puede llevar a preguntar directamente la relación que tienen con la frontalidad del caso.

8. Registro sanitario: En cuanto al segmento de alimentos, es esencial observar el registro sanitario de alimentos procesados, aditivos alimentarios, medicamentos en general, productos nutracéuticos, entre otros. (I)