Hace pocos días unos delincuentes asesinos disfrazados de policías ingresaron a una ciudadela privada y mataron fácilmente a un extranjero. Se observa que no hay problema para que los delincuentes consigan uniformes de policías y militares, y credenciales fraudulentas, para matar y robar. Llama la atención que a los delincuentes asesinos no les pidieron documentos de identificación para el ingreso a una propiedad privada. Es necesario que se controle y sancione las confecciones, ventas de los referidos uniformes, y a los que emiten credenciales fraudulentas, a los que permiten el ingreso a una propiedad privada sin exigir documentación. Reflexión: ¿hay que sancionar a los cómplices de robos y asesinatos? (O)
Ángel Calderón Mayorga, economista, Guayaquil