Resulta inaudito que por conveniencia de determinada agrupación política traten de dejar fuera de la contienda a algún aspirante presidencial que por sexta vez busque llegar a Carondelet.
De acuerdo con la Constitución, capítulo lll De los derechos políticos, artículo 26, los ciudadanos ecuatorianos gozarán del derecho de elegir y ser elegidos. ¿Por qué no exigir que la clase política deje de meter la mano en los entes encargados de garantizar la voluntad popular? Quien decide al personaje que dirija los destinos del Estado es el soberano, pueblo. Es hora que los ecuatorianos impidamos que los intereses protervos de grupos que aún no logran saciar su glotonería por el poder sigan imponiendo su capricho, irrespetando la voluntad del mandante, la gente del pueblo, los de a pie. La democracia se construye con más democracia. (O)
Gelacio Mora Mora, Guayaquil