En ambos casos, tanto en Chile como en Ecuador, se combinan modalidades de democracia directa (las consultas) con democracia representativa (asambleas).
La tolerancia social a los mercados ilegales se consolida cuando garantizan fines que la democracia debería garantizar, pero para los cuales se ha demostrado inefectiva: generar trabajo y rendimientos económicos, protección, justicia, previsibilidad y perspectiva de un futuro mejor.
No cabe mucho espacio para el optimismo respecto a la gestión del presidente Merino.
No es tiempo de discursos irresponsables, populistas o tentaciones autoritarias. Hay demasiadas cosas en juego.
Ya es momento de pasar, en Colombia, de una seguridad nacional, e incluso pública, a una seguridad ciudadana de mayor proximidad, cercanía y apego a la sociedad y al contexto local.
¿Por qué los fascistas y ahora los líderes posfascistas de extrema derecha como Trump y Bolsonaro creen que sus mentiras están al servicio de la verdad o incluso son la verdad?
Hoy no hay ni primera ni nueva transición democrática y sigue habiendo deterioro del régimen democrático.