Entre cinco a seis años tomará el desarrollo de un proyecto con el que se busca reducir la mortalidad de bebés prematuros con la creación de una placenta artificial que le permita desarrollarse.

A inicios de diciembre se presentó la investigación, que cuenta con el impulso de la Fundación La Caixa, en España que estará liderada por el doctor Eduard Gratacós, de un centro de referencia de medicina fetal, BCNatal.

La Fundación explicó que la placenta permitirá que el bebé pueda seguir su desarrollo natural en un ambiente similar al útero materno que se conectará a su cordón umbilical. Esto además de reducir la mortalidad también lo hará con las secuelas físicas y neurológicas que sucede en el 75% de los casos.

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En una primera fase destinarán 3,35 millones de euros al proyecto y en la segunda fase la cifra alcanzaría casi 7 millones.

“Una placenta artificial nos permite aprovechar la propia naturaleza del bebé y hacerlo sobrevivir en un medio artificial pero que para él es un medio natural”, señaló Gratacós.