Ponen los dedos en escáneres o máquinas lectoras de huellas dactilares. En el mismo asiento y módulo les toman la foto, les receptan la firma digitalmente y se verifican los datos que aparecen en la pantalla de la computadora. Atrás quedaron las largas filas; el tecleo de la máquina de escribir, que a ratos se trababa; los dedos manchados con tinta, que se limpiaban en paredes y hasta en la tela roja que servía de fondo para la foto, tomada casi siempre al apuro, recuerdan habitantes.

Atrás también quedaron los tramitadores, que cobraban hasta más de $ 20 por gestionar y lograr en menor tiempo una cédula u otro documento en el Registro Civil de entonces, ubicado en las avenidas 25 de Julio y Los Esteros, en el sur, donde se instaló la matriz, tras funcionar desde 1980 en la calle Loja, en el centro.

Hoy, la tecnología y la apertura de nuevas agencias caracterizan a las dependencias estatales y municipales que ofrecen el servicio a los más de 2’350.000 habitantes de Guayaquil, la ciudad más poblada de Ecuador, donde sus usuarios llegan más por la cercanía de las instalaciones, coinciden.

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Hace once años, tras asumir la competencia del servicio para la ciudad, el Municipio inauguró en julio de 2006 la Corporación Registro Civil en la cdla. Martha de Roldós, en el norte, donde actualmente queda la matriz, que atiende un promedio de 25.000 a 30.000 usuarios al mes, dice Alfredo Parra, coordinador institucional.

“Aquí empezó la moderno. Todo con aire, sin mancharse los dedos para sacar la cédula y todo con los aparatos digitales. Yo vine con mi familia para sacarles la cédula a mis hijos. Ahí vine a ver las cédulas con chip”, recuerda Luis Alcívar, quien el viernes 30 acompañó a su hija para que inscribiera a su nieto, de 20 días de nacido.

Ese día también estaban Galo Pacheco, de 47 años, y Virginia Muñiz, de 50, una de las 34 parejas que iban a casarse en estas oficinas. “Me quiero casar. Pedí fecha para hoy, a las 11:00, y me dieron esa facilidad”, contó el novio, quien dijo que primero intentó contraer nupcias en otra dependencia, pero no encontró disponibilidad en la fecha en la que ambos querían.

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Sacar por primera vez la cédula o renovarla; inscripciones de nacimientos, defunciones, matrimonios; uniones de hecho; copias íntegras y certificados varios son parte de los trámites que a diario realizan los usuarios en esta dependencia municipal y en las ocho oficinas fijas o satélites que existen en la ciudad. A estas se suma la llamada Brigada Móvil, un servicio para empresas y barrios. En Guayaquil son 14 sitios en total, entre estatales y municipales.

Desde que abrieron, en 2006 hasta la semana pasada, la matriz del Registro Civil Municipal atendió a unos 8’200.000 usuarios que hicieron trámites. De estos, el 60% corresponde a cedulación e inscripciones varias, según el ente. En estos once años también han cedulado a 3’000.000 de personas.

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El ir y venir de novios, padres con niños en brazos, jóvenes o adultos que hacen diversos trámites es una constante en las tres agencias del Registro Civil Nacional en Guayaquil.

Y aunque el sur fue en su momento el sitio más representativo del ente nacional, actualmente la agencia del centro es la más demandada, con un promedio de unas 1.300 personas que ingresan a diario, dice David Vizueta Suárez, coordinador zonal 8 de la Dirección General de Registro Civil, Identificación y Cedulación. Le siguen la agencia sur con unos 1.000 usuarios al día y la agencia norte, con unos 900.

La agencia centro es también la que lidera la emisión de cédulas, con un promedio diario de 718, y los matrimonios, con 14 al día. Mientras en la agencia sur se emiten a diario 580 cédulas y se dan 8 matrimonios, en la del norte, en cambio, se inscriben un promedio de 43 nacimientos al día, seguidos de los 40 en el sur.

“Antes era bien dificultoso sacar una cédula (en la antigua dependencia del sur), había que hacer unas colas (filas), madrugar. No quiero ni acordarme de eso”, dijo Javier Jordán Medina, de 54 años, quien el jueves último acompañó a su hijo, de 18 años, a sacar la cédula de mayor de edad en la agencia sur.

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“Ni 10 minutos se ha demorado y la atención es de primera”, resaltó Jordán, quien optó por esta agencia porque está en el sur, cerca de su domicilio, en la coop. Santiaguito Roldós. La misma razón expuso Vicente Morán, de 62 años. “Vengo por la ubicación, más cerca, es menos tiempo que en el centro y ha mejorado la atención”.

Juan Placencio, de 28 años, y María Valencia, de 30, llegaron el 29 de junio para casarse. Contaron que dos semanas antes fueron a la agencia sur, la más cercana al lugar donde viven, para conocer los requisitos. Ahí les dieron varias fechas y ellos escogieron la del aniversario de la pareja, que tiene dos hijos, de 6 años y de 11 meses. La pugna y los inconvenientes que en su momento tuvieron las dos dependencias: estatal y municipal quedaron superados, coinciden sus representantes. (I)