La creatividad se plasma en tela. Mensajes de aliento, de felicitación, dichos populares o situaciones de la vida diaria, diseñados con originalidad, son estampados en camisetas u otros artículos. Propietarios de tres negocios, que se dedican a estas ventas, cuentan que el cliente gusta cada vez más de que el producto sea personalizado, por lo que ofrecen diseños acorde con esa tendencia.
La publicidad en redes sociales les permite mantener los contactos y las ventas online, por lo que atraen a potenciales compradores con ofertas y nuevos dibujos.
“Igualito al taita”. “No estoy gordo, estoy en 3D”. “No tengo 40, tengo 18 con 22 de experiencia”. “Chulla vida”. “Recuerdo de mi primera pandemia”. Estas son algunas de las frases o temas que identifican las camisetas de Maqueño, una marca ecuatoriana creada en 1997 por Edwin Zurita.
Desde hace siete años las ventas en línea son parte de la estrategia que aplicó Maqueño, hoy a cargo de Micaela Zurita, quien junto con su esposo se propusieron reactivar el negocio familiar.
Zurita dice que en el 2015 debido a la crisis económica diez locales se cerraron, pero se mantuvo la marca en las redes sociales, lo que en tiempos de pandemia les ha permitido continuar.
Cuenta que en febrero pasado empezaba con su esposo a reactivar el negocio, pero la pandemia los obligó a cerrar. Esto los llevó a reinventarse, pues habían invertido sus ahorros, así que empezaron a elaborar mascarillas y trajes de bioseguridad y después camisetas personalizadas.
Dice que Maqueño tenía camisetas con diseños en stock, pero también empezaron a producir diseños que el cliente deseaba. “No vendemos únicamente camisetas, vendemos actitud, vendemos personalidad, lo que le pasa a cada ecuatoriano, las frases, el diseño, no vendemos únicamente productos como tal”, señala.
Zurita, de 23 años y graduada en idiomas, destaca que las camisetas son ciento por ciento de algodón. Además tienen un equipo de diseñadores. “Los estampados son originales (...), yo más o menos en crear una nueva colección me tardo un mes entero”, comenta.
Según Zurita, la fuerte publicidad en líneas les permitió mantener las ventas por internet y de 30.000 seguidores que tenían pasaron a 89.000.
Eduardo Ochoa, propietario de Stampy, dice que como a la gran mayoría de negocios la pandemia les afectó, por lo que en el pico de esta crisis debieron cerrar y recién en mayo empezaron a reactivarse a través de las ventas y pedidos vía online y por WhatsApp, y las entregas por delivery.
Ochoa señala que diciembre pasado fue un mes muy bueno porque hubo mayores pedidos de empresas que demandaban camisetas, jarros y calendarios. “Tuvimos bastante salida con la camisetas navideñas. Hubo una tendencia de pijamas familiares para recibir la Navidad”, señala.
En su página de Facebook muestran algunos diseños con frases como “Una reina nació en enero. Feliz cumpleaños para mí”, “Hasta nunca 2020, no me sorprendas 2021”, “Hecha en octubre, 1985, 35 años de ser fabulosa”.
Señala que en los productos personalizados primero elaboran un diseño previo que se le muestra al cliente y una vez aprobado se lo estampa. El trabajo se realiza el mismo día o máximo demora un día.
Michael Ávila, propietario de Personalizados Guayaquil, manifiesta que en comparación con el 2019 las ventas bajaron en un 50 % en el 2020, pero en diciembre mejoraron aunque siguen bajas.