Las autoridades de Tulcán tomaron la decisión de retornar a semáforo rojo tras una evaluación epidemiológica que determinó el incremento de casos COVID-19 en esa localidad fronteriza. Esta medida incluye a nueve parroquias del cantón.

El último lunes, los miembros del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) del cantón solicitaron la vuelta a esa tonalidad del semáforo sanitario por el aumento de los índices de contagios y muertes relacionadas al virus. Hoy, el Concejo municipal acogió la sugerencia.

Andrés Puetate, gerente del Hospital Luis Gabriel Dávila, explicó que la medida busca desacelerar la cantidad de infectados.

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El salubrista agregó que en las dos últimas semanas hubo una aceleración de la curva epidemiológica que derivó en el aumento de requirimientos de los servicios sanitarios y hospitalarios en Carchi.

Al momento en el hospital Luis Dávila hay una ocupación del 80 % en camas de hospitalización COVID-19 y un 90 % en el área de pacientes críticos UCI, registrándose ingresos de 3 y 4 pacientes por día.

Cristian Benavides, alcalde de Tulcán, justificó la determinación bajo el argumento que existe un exponencial crecimiento de casos y la letalidad del virus en este sector fronterizo.

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La autoridad anunció que las restricciones en los servicios regirán durante los próximos 15 días. Se prohibió la venta de licor, no se permite el funcionamiento de locales de diversión nocturna, la realización de eventos, la apertura de escenarios deportivos, la feria de textiles de los jueves y domingos que congrega a más de 500 comerciantes, entre otros.

Los propietarios de bares, discotecas y afines protestaron frente a las medidas, pero la municipalidad no cedió y reformó la ordenanza que regula los horarios de funcionamiento.

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"Estamos privilegiando la vida, en un momento difícil que vive nuestra ciudad", dijo el burgomaestre local.

Frente al tema movilidad y la posibilidad de aplicar el sistema denominado pico y placa en la circulación vehicular, la municipalidad se deslindó de cualquier responsabilidad, ya que no tiene la competencia del tránsito.

Mientras tanto, la Curia mostró su solidaridad con la gente que está sufriendo las consecuencias de esta enfermedad y con quienes han perdido a sus seres queridos.

En reunión efectuada este martes resolvieron acatar las determinaciones del COE cantonal. Las celebraciones eucarísticas se realizarán virtualmente, razón por la que no se abrirán los templos. Las celebraciones de las Cuarentas Horas en esta ciudad se postergarán hasta nueva orden.

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Las parroquias estarán disponibles únicamente para la bendición de los difuntos en el atrio del templo. (I)