Con respecto al mal llamado Código de la Salud, quisiera hacer las siguientes preguntas a los asambleístas:
¿A qué salud se refieren, a qué salud favorecen física, mental, emocional, sexual, espiritual...? A ninguna. Al contrario, atentan contra la vida y la familia –base de la sociedad–; la correcta definición sexual de nuestros niños y juventud, con la llamada ‘educación en género’ (el ser humano tiene sexo, las cosas, género); la autoridad, la potestad y el derecho de los padres sobre la educación de sus hijos; el don sagrado de la maternidad, que ahora se comercializará con el alquiler de vientres. Asambleístas han hecho caso omiso del mandato de Dios, y de nuestra Constitución que ordena el respeto a la vida desde la concepción. ¿Olvidaron este derecho?, ¿por qué no piden pena de muerte para el criminal, el corrupto, mas, no para el ser indefenso e inocente que todavía no ha nacido? Han sido elegidos para legislar a favor del bien común, fiscalizar en contra de la corrupción, ¿y qué han hecho en estos cuatro años?, ¿cuánto nos han costado a los ecuatorianos? Tienen una popularidad de menos del 5 %, el 60 % está siendo investigado por corrupción; 64 votaron en contra de la incautación de bienes fruto de la corrupción; 79, a favor de este código; 48, cobardemente se escudaron en la abstención; en total son 127 ‘honorables’ que han pisoteado los principios más nobles del ser humano y cerrarán su etapa de asambleístas con broche de… Entre estos 127, ¿hay quienes se llaman cristianos o católicos? Si es así, ¿en dónde quedaron los mandamientos de la ley de Dios que dicen: “amar al prójimo como a ti mismo”, “no matar”, “honrar padre y madre”? ¿De esta manera desafían a su Creador? ¿En este grupo hay mujeres?, ¿madres que una vez amaron y se ilusionaron por un nuevo ser latiendo en sus entrañas, por qué quieren convertir ese vientre en el que Dios realiza su obra creadora en una cámara de tortura y muerte para un ser que no puede defenderse, y en un artículo mercantil? En resumen, ¿a qué consignas internacionales obedecen? Mi felicitación y de muchos ecuatorianos a los ocho honorables asambleístas que no traicionaron su credo y conciencia y tuvieron el valor de decir no a esta ignominia, llegará el día en el que Dios juzgará a cada quien, según sus obras. Licenciado Moreno en sus manos está pasar a la historia como el ser humano que dijo no a la muerte. (O)
Sonia Serrano Palacios, Cuenca