Uno de los mayores desaciertos del régimen anterior indudablemente fue legalizar el consumo mínimo de drogas; no previó que los traficantes mercaderes iban a aprovechar para inducir al vicio a la niñez y juventud.
El Estado debe preocuparse más de fomentar el deporte juvenil que es el mejor antídoto para los vicios, y volver a los torneos colegiales en todas las ramas del deporte: natación, atletismo, básquet, béisbol, etc.; tal como antaño, que se competía ardorosamente el prestigio de cada colegio en medio del incansable aliento de las barras. Ahora, debe haber restricciones por la pandemia, pero las competiciones deben efectuarse como se está haciendo en el fútbol. Qué bueno fuera que las federaciones crearan premios para los colegios más destacados, y para individuales. Los padres estarían tranquilos sabiendo que sus hijos están dedicados al deporte, luego de cumplir con sus tareas escolares. (O)
Alfredo Minervini Faillace, Guayaquil