El confinamiento y las crisis sanitaria y social provocadas por la pandemia global del COVID-19 generan situaciones de riesgo que son alarmantes.
La pérdida de empleo y el riesgo de exclusión social son los efectos más visibles, pero hay otros más ocultos, pero de extrema gravedad. Uno de ellos es el aumento de los casos de violencia contra las mujeres en los hogares. La pandemia ha disparado la vulnerabilidad.
La pérdida de los ingresos económicos, las dificultades para acceder a ayudas sociales, etc., aumenta el deterioro en la situación emocional de las personas. (O)
Jaume Catalán Díaz, Girona, España