Los medios de comunicación traen información sobre un accidente de tránsito ocurrido recientemente en las calles Eloy Alfaro y Letamendi, entre un vehículo del Municipio y una bicicleta. Este incidente ha sido comentado y ha traslucido a la faz pública el rol de los ciclistas en el marco cotidiano del tránsito vehicular de esta ciudad.
En una apreciación imparcial es común observar que una gran cantidad de ciudadanos que utilizan este liviano vehículo de tracción humana transgreden las leyes de tránsito, no respetan la luz roja del semáforo, el disco de pare; cuando un agente de tránsito se encuentra dando circulación, se lo pasan de frente; realizan acrobacias que ponen en apuros a los conductores de automotores y llevan dos o tres personas con niños en brazos; invaden las aceras que son para peatones; ruedan por la izquierda y en contravía. Además, muchos delincuentes utilizan este vehículo para fechorías.
Lo que llama la atención es que actualmente a las bicicletas no se las matricula, y por lo tanto circulan sin placas, razón por la cual si cometen algún atropello o desafuero no pueden ser identificadas. Remontándonos a los tiempos de la fenecida Comisión de Tránsito del Guayas (CTG) en la ciudad de Guayaquil, emitía matrícula, entregaba placas a las bicicletas, licencia de manejo a ciclistas. (O)
Gonzalo René López Cepeda, sargento (S.P.), Guayaquil