Tuve que vivir durante muchos años antes de darme cuenta de que el amor es un acto de fe en otra persona, y su rostro debe seguir envuelto en misterio. Debe ser vivido y disfrutado a cada minuto, pero cada vez que tratamos de entenderlo, la magia se desvanece.

Cuando acepté esto, también comencé a dejar que mi vida se guiara por un lenguaje extraño que llamo “signos”. Sé que el mundo me está hablando, necesito escucharlo, y si lo hago, siempre me guiaré hacia lo más intenso, apasionado y hermoso. Por supuesto, no es fácil y a veces me siento como Psique en el acantilado, frío y aterrorizado, pero si puedo pasar esa noche y entregarme al misterio y la fe en la vida, siempre terminaré despertando en un palacio. Todo lo que necesito es confiar en el amor, aunque corro el riesgo de cometer un error.

Para concluir el mito griego: desesperada por recuperar su amor, Psique se somete a una serie de tareas impuestas por Afrodita (o Venus), la madre de Cupido (o Eros), que envidia su belleza. Una de las tareas es entregar algo de su belleza a Afrodita. Psique siente curiosidad por la caja que se suponía que debía contener la belleza de la Diosa y, una vez más, no puede hacer frente al Misterio, por lo que decide abrirla. En el interior no encuentra belleza sino un sueño infernal que la deja inerte e inmóvil.

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Eros / Cupido también está enamorado, lamenta no haber sido más tolerante con su esposa. Se las arregla para entrar en el castillo y despertarla de su sueño profundo con la punta de su flecha y una vez más le dice: “¿Casi mueres a causa de tu curiosidad”? Esa es la gran contradicción, Psique buscó seguridad en el conocimiento y encontró solo inseguridad.

Los dos van a Júpiter, el dios supremo, e imploran que su unión nunca se deshaga. Júpiter aboga apasionadamente por la causa de los amantes y logra obtener el apoyo de Venus. A partir de ese día, Psique (la esencia del ser humano) y Eros (amor) están siempre juntos. Quien no acepte esto y trate de encontrar una explicación para las relaciones humanas mágicas y misteriosas se perderá la mejor parte de la vida. (O)