A un mes del asesinato de Juan Bermeo sus familiares no han recibido una respuesta oficial. Ese silencio les indignó y por eso la tarde de este miércoles volvieron a plantarse en los bajos de la Gobernación del Azuay.

Sorpresivamente llegaron los allegados de Mercy Morocho, la mujer que, según la Policía, se suicidó después de matar a sus bebés de cuatro meses. Ellos no creen en esa versión y piden que el caso se investigue.

En la última plantonera, que realizaron el 10 de diciembre pasado, las autoridades les pidieron paciencia luego de una reunión a puerta cerrada. Treinta días después el abogado defensor, Miguel Arias, afirmó que no ha habido una respuesta, "ni verbal ni escrita", a pesar de los trámites iniciados y promesas recibidas.

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Ahora en #Cuenca se realiza un plantón de los familiares y allegados a Juan Bermeo, joven asesinado el 6 de diciembre de 2019 en Miraflores. El abogado defensor de la familia, Miguel Arias, explica que 30 días después no hay ninguna respuesta de las autoridades @eluniversocom pic.twitter.com/vzIxw6Zd9e

Un reclamo adicional que hizo fue que en la zona donde murió, no hay cámaras públicas de videovigilancia y las de casas y comercios cercanos aún no han sido “explotadas”, es decir constatar si filmaron algo esa noche.

Andrés Bermeo, primo de la víctima, aseguró que no dejarán que el caso se "enfríe" por lo que seguirán en las calles hasta las últimas consecuencias. Criticó la indolencia del Estado no solo por la falta de agilidad, sino también porque "no les importa que un niño de cuatro años y una viuda sostengan un cartel pidiendo justicia".

Cerca de las 15:30 a la misma esquina de la calle Bolívar y Luis Cordero llegaron los familiares de Mercy Morocho, la mujer de 32 años que fue hallada sin vida dentro de su casa el pasado 30 de diciembre.

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El comandante de la Policía en Azuay, Freddy Sarzosa, comentó la mañana del pasado lunes que en la autopsia se determinó que “la causa de los dos infantes es producida por un tema de intoxicación y asfixia. En cambio, la muerte de la madre es específicamente fue por un suicidio como tal”.

Sin embargo, esa versión los familiares no la creen. Isabel Morocho, hermana mayor Mercy, llegó para gritar que no fue un suicidio, sino un asesinato lo que terminó con su vida y la de los pequeños Joaquín y Antonella, infantes de cuatro meses.

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El gendarme aseguró que el conviviente de Mercy, aunque estaba en el lugar y fue detenido, en su versión dijo que no sabía qué pasó y quedó en libertad. Pero Isabel refutó esa declaración y cree qué se trató de un triple asesinato. Aunque desconocen las razones.

Como en la ciudad ya se conoció del plantón en la Gobernación los recibieron con un piquete policial protegido con escudos plásticos y armas no letales.

Por la presión que ejercieron las autoridades cedieron a la presión social y los recibieron para un encuentro privado. Al salir el abogado Miguel Arias les comunicó “que en los próximos días habrá una respuesta, porque la Policía destinó un equipo especial para este caso”. (I)