El informe presentado por la señora Bachelet sobre la situación de los derechos humanos bajo el régimen de Maduro es trascendental para Ecuador, porque, mientras no cesen las causas, la emigración de venezolanos continuará y probablemente se duplicará en los dos años venideros. Por esa trascendencia, dejamos para próxima ocasión una reflexión más detenida de la tragedia interior que vive el Ecuador. Es preocupante que el presidente Moreno se encuentre de viaje por Europa, en visitas que no parecen ser de Estado, y se pierda el tiempo de tomar decisiones radicales que solucionen los problemas que se agravan día a día. Los escándalos de corrupción actual en Petroecuador, con funcionarios detenidos en los Estados Unidos, que comprometen a la Policía y salpican a la Contraloría; el que de la Presidencia se haga objeción a que se elimine el requisito de aprobación previa de Contraloría para iniciar juicios penales contra funcionarios públicos, lo que anteriormente hizo depender su seguimiento de la voluntad cómplice del contralor, bajo el silencio aquiescente del subcontralor; mientras escapa la camarilla anterior, o jueces complacientes levantan las órdenes de prisión preventiva; mientras un estrambótico personaje funge de Redentor, por el error presidencial de no propiciar la supresión del Consejo de Participación, y por determinar que sus integrantes sean elegidos por votación popular a ciegas; mientras todo eso ocurre, nos encontramos sin acción efectiva de gobierno.

El informe Bachelet nos presenta objetivamente las atroces violaciones de derechos humanos por el gobierno de Maduro. Detalla las torturas y asesinatos cometidos por los órganos de Inteligencia, de Seguridad, de Policía, con señalamiento de 5.287 muertes en 2018 y de otras 1.569, también asesinadas, en el presente año; afirma que algunas venezolanas detenidas se han visto obligadas a intercambiar sexo por alimentos. Acusa directamente a estos entes de represión de cometer delitos de violencia sexual contra mujeres y niñas durante su detención; Bachelet critica duramente al fiscal Tarek William Saab, designado por la Constituyente (de Maduro), dice: “El Ministerio ha incumplido con regularidad su obligación de investigar y llevar a juicio a las personas responsables de los hechos, y ha participado de una retórica pública de estigmatización y desacreditación de la oposición…”.

En cuanto a las sanciones económicas aplicadas al país por Estados Unidos, a las que sistemáticamente Maduro ha señalado como responsables de la actual crisis, destaca que la mayoría de ellas son de naturaleza selectiva contra unos 150 altos cargos. Dice: “La economía venezolana, especialmente su industria petrolera…, y la producción de alimentos ya estaban en crisis antes de que se impusiera cualquier sanción sectorial”.

El examen es equilibrado, preciso, ni en favor ni en contra de ninguna de las grandes potencias que se disputan el dominio del mundo; la prensa internacional lo ha calificado de devastador para Maduro, quien ha presentado 70 objeciones y pedido su rectificación, pero se ha visto obligado a liberar, al menos, a presos emblemáticos; la tortura y asesinato del capitán Acosta lo condena para siempre. Guaidó ha celebrado la publicación del informe Bachelet. Hay material para enjuiciar a Maduro ante la Corte Penal Internacional.

(O)