La historia se escribe a partir de hechos, de un relato y un narrador. Ecuador tiene múltiples episodios de los que se ha escrito poco, versiones distintas son aún más escasas. El 30 de septiembre puede servir de muestra: casi nada se encuentra por fuera de la versión de los publicistas de Correa. Aquella fábula creada con fondos públicos para construir SU verdad se inventó desde la misma noche en que los protagonistas bailaron en Carondelet sin pena por lo acontecido ni respeto a heridos y fallecidos o conciencia de la polarización a la que abonan cada día.

A un año del mes más violento que Ecuador ha vivido en los últimos 50 años, apenas se han escrito algunos artículos y un libro de ensayos de Clacso en mayo. Por estos días salen dos nuevos libros y un documento de 100 páginas de algunas oenegés y organizaciones de DD. HH. Los libros relatan las perspectivas de María Paula Romo y Amelia Ribadeneira contados desde el Ministerio de Gobierno en Octubre. Estallido es el libro en que Leonidas Iza escribe su versión como líder del movimiento indígena que dirigió las protestas, junto con Andrés Madrid y Andrés Tapia como coautores. Ese documento se emite desde un pensamiento de izquierda anticapitalista que busca la liberación del pueblo hacia una especie de comunismo indoamericano que toma frases de Rosa Luxemburgo, Gramsci, Mariátegui y otros, aunque sus respectivas filosofías poco se abordan.

Acercarse a lo que pasó apenas hace un año es difícil. Leer versiones de los actores sin duda ayuda, recordar lo que vivimos, la incapacidad de llegar a acuerdos luego de obligar a retirar el Decreto 883 y analizar qué se ha logrado en cuanto a lo “conquistado” también pone en perspectiva la derrota del país en ese mes, y este año.

Sintetizo los contextos propuestos en los tres escritos de los acontecimientos de octubre 2019:

-En el libro de Romo y Ribadeneira el ambiente está enmarcado desde los conflictos nacionales dejados por Correa, la crisis económica mundial y el costo fiscal del antiecológico subsidio a los combustibles que favorece a las élites en desmedro de las arcas fiscales.

-Para el informe de la alianza de oenegés, las condiciones de la protesta se dan porque el gobierno de Moreno crea “una percepción de crisis autoinducida” para eliminar subsidios e implementar un acuerdo con el FMI.

-Iza y compañía repiten a lo largo del libro que el “estallido” no fue espontáneo o imprevisto sino fruto de causas estructurales que son resultado del régimen capitalista neoliberal y proempresarial, en circunstancias de “decrecimiento de la hegemonía del Gobierno de Moreno y una pérdida sistemática de legitimidad en la institucionalidad”.

Las tres visiones son distintas, invitan a la lectura y sobre todo a discutir los libros, deliberar sobre lo que el país vive: polarización, intolerancia, desidia y un enfermizo desentendimiento de la violencia que crece por todas partes.

A pesar de intelectualoides pidiendo castigo a los libreros por ofrecer ambos libros, mientras aplauden a los que censuran su venta o hasta piden la quema de ideas que ni siquiera leerán, hay mucho aún por decir, por construir en la historia. (O)