El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional dictó nuevas disposiciones, el pasado domingo 3 de enero, luego de que la Corte Constitucional comunicara el día previo la inconstitucionalidad del estado de excepción que decretó el Gobierno nacional para contener la propagación del COVID-19 durante las festividades.

El aumento de casos de COVID-19 vuelve necesario instalar nuevamente carpas para atender a pacientes infectados, para evitar la saturación en los hospitales. La alcaldesa de Guayaquil ha señalado que ahí se recibirá a los enfermos que lleguen de otras localidades.

Las autoridades de salud presumen que en una semana o dos se conocerán los nuevos casos de contagio que se hayan producido durante las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, debido a que muchas familias desoyeron las recomendaciones de no hacer reuniones con personas ajenas a quienes habitan en un mismo domicilio, otras se expusieron al virus en las aglomeraciones por las compras o al quemar los monigotes. Ciertamente, las autoridades no pueden ejercer un control domiciliario; es responsabilidad de cada ciudadano velar por su salud y cuidar no arriesgar la vida de sus familiares.

El aumento de los casos de contagio se evidencia en la ocupación hospitalaria, pero los pacientes asintomáticos portadores del coronavirus SARS-CoV-2 lo propagan de manera imperceptible.

Por quedar insubsistente el estado de excepción perdió efecto la restricción de movilidad vehicular, pero la ciudadanía deberá ser consciente de que la mejor manera de evitar contagiarse con el coronavirus es permanecer en casa. Si se necesita salir, se deben extremar los cuidados y cumplir con el uso correcto de la mascarilla, desinfectarse las manos de manera constante y mantener la distancia de al menos dos metros entre personas.

El Ecuador deberá esperar al menos hasta marzo para dar inicio al proceso de vacunación, mientras tanto se deben redoblar esfuerzos para contener el repunte de contagios. (O)