Sies personas murieron y 36 resultaron heridas ayer al descarrilar un tren en Tabasco, sureste de México, a bordo del cual viajarían hasta 300 migrantes indocumentados, informó una fuente oficial.

La oficina de Protección Civil de Tabasco indicó a través de la red social Twitter que un hondureño, que identificó como Rubén Gómez Aguilar, es “uno de los cuatro fallecidos”.

El accidente, ocurrido por la madrugada en el sector La Tembladera, perteneciente al municipio de Huimanguillo, Tabasco, deja además 35 lesionados, 16 de gravedad, informó Luis Felipe Puente, coordinador nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, en Twitter.

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El ferrocarril “llevaba principalmente chatarra pero indiscutiblemente había muchos (migrantes) que iban en este tren (...) posiblemente tengamos más fallecidos”, precisó.

Un portavoz de Protección Civil de Huimanguillo dijo que se estima que “unos 300 migrantes indocumentados” viajaban a bordo del tren, apodado la Bestia.

“De los 12 furgones que la máquina transportaba, 8 se volcaron”, reportó Protección Civil de Tabasco. En el lugar, que “se encuentra bastante retirado de la carretera”, trabaja personal de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), así como de las oficinas de Protección Civil de los estados de Tabasco y de Veracruz, añadió.

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Autoridades de Protección Civil de Veracruz explicaron que al sitio solo se puede llegar por lancha, lo que ha dificultado la llegada de personal de emergencia, así como las labores de rescate.

Sobre los ferrocarriles de carga que viajan por esa ruta, que va desde la frontera sur con Guatemala hasta la norte con EE.UU., viajan diariamente cientos de migrantes clandestinos, principalmente procedentes de Centroamérica, en busca del sueño americano.

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La prensa local indica que el descarrilamiento pudo deberse a un exceso de velocidad y a la constante lluvia.

La Bestia es el nombre que los migrantes le han puesto a estos trenes que recorren el país de sur a norte por los peligros que encuentran tanto al subirse como a bordo de ellos.

Los indocumentados se montan al tren en marcha y viajan todo el recorrido sobre el techo de los vagones, donde además deben hacer frente a las extorsiones de grupos criminales y hasta de algunas autoridades.