Al menos 10 muertos, incluyendo dos menores, y unos 20 heridos dejó ayer una violenta incursión de fuerzas policiales y paramilitares a varios poblados en el sur de Nicaragua, informó un organismo de derechos humanos.

Seis de los muertes son civiles, entre ellos dos menores de edad, y cuatro policías antimotines, según un informe preliminar de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH).

El ataque se registró en la ciudad de Masaya, 30 km al sur de Managua, y las comunidades vecinas de Niquinohomo, Catarina y el barrio de Monimbó.

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“Este es un informe preliminar, aún esta en proceso de investigación de los nombres y edades de los fallecidos”, dijo a periodistas el presidente de la ANPDH, Álvaro Leiva.

Agregó que pidieron a las autoridades abrir una vía para evacuar a los heridos, pero no se lo permitieron.

“Hay francotiradores ubicados en diferentes partes de la ciudad. Le pedimos a los ciudadanos resguardarse en sus casas”, instó Leiva.

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“Van a destruir Masaya, está absolutamente rodeada” por fuerzas gubernamentales, dijo la presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez.

Los pobladores del aguerrido barrio Monimbó de Masaya resisten el ataque de los antimotines y paramilitares “con piedras y bombas caseras”, dijeron habitantes de la zona.

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“Nos están atacando la policía nacional y parapolicías encapuchados y armados con AK y ametralladoras a nuestro barrio indígena de Monimbó”, denunció Álvaro Gómez, un poblador del lugar.

El Gobierno emprendió a inicios de julio para ‘limpiar’ a punta de balas las barricadas de los manifestantes.

Países como España, Argentina, Chile, EE.UU., Brasil y México, así como la OEA, han pedido el cese de la violencia y que haya diálogo. Ecuador condenó las violaciones de derechos humanos en el país e hizo un llamado al Gobierno de Ortega para que encuentre una salida pacífica. (I)

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Muertos

Al menos ese es el resultado de los ataques de paramilitares en varias zonas, el fin de semana.

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