Tras estar varios días en un hospital militar para recibir tratamiento contra el coronavirus, el presidente de Estados Unidos parece volver a la actividad política y a la campaña, aunque aún no se ha indicado si ya no tiene el virus.

Apenas volvió a la Casa Blanca dijo que lo ocurrido lo había hecho comprender más sobre el COVID-19, aunque también recibió críticas por quitarse la mascarilla al llegar.

"Una cosa es segura. No dejen que los domine. No le tengan miedo. Van a derrotarlo. Tenemos el mejor equipo médico, las mejores medicinas, todas desarrolladas recientemente. Y van a derrotarlo. Yo fui, no me sentía tan bien y después de dos días me siento genial, mejor que en mucho tiempo, mejor que hace 20 años", dijo Trump, quien añadió: Quizá soy inmune, no lo sé...Salgan, tengan cuidado, tenemos las mejores medicinas del mundo".

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Todo eso ocurrió la noche del lunes, y este martes, al parecer ya devuelta en la campaña, aprovechó para atacar a su oponente en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, el candidato del Partido Demócrata y exvicepresidente, Joe Biden, con uno de los temas más polémicos de cada elección: el aborto.

Trump lo atacó por decir que buscaría legalizar el aborto si la Suprema Corte de Estados Unidos anula la sentencia del emblemático caso Roe versus Wade, según AFP.

En un diálogo televisado con votantes, Biden dijo el lunes que procuraría consagrar en ley esa sentencia de la Corte de 1973 que admitió el derecho a la interrupción del embarazo.

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"(Biden) también quiere CARGARSE a nuestra gran Suprema Corte de Estados Unidos". Eso es lo que hacen los demócratas", añadió Trump.

"¡SALGAN Y VOTEN¡", dijo a 28 días de la elección en la que busca un segundo mandato y para la que figura detrás de Biden en las encuestas.

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El aborto es desde hace décadas uno de los temas más controversiales en Estados Unidos y se tornó un asunto de referencia tras la muerte el mes pasado de la jueza liberal de la Suprema Corte Ruth Bader Ginsburg.

Los demócratas temen que la nominada por Trump para llenar la vacante de Ginsburg, la jueza conservadora Amy Coney Barret, asegure a la Corte de nueve miembros la mayoría suficiente como para anular la sentencia del caso Roe.

Biden, un católico de 77 años, se opone personalmente al aborto, pero apoya el derecho a decidir. Además en junio de 2019 revirtió su rechazo al financiamiento federal de abortos cuando buscaba calmar las críticas que recibía del ala más izquierdista de su partido. (I)